Las motos están listas, y nosotros también. Nos ponemos en marcha a primera hora de la mañana para salir de Aspromonte hacia Pollino y la frontera con Basilicata. Mientras arreglaba los últimos detalles, mi vista se posó en un par de señales de carretera, una al lado de la otra, que indicaban la misma dirección pero con destinos diferentes; el camino de los Lobos y el camino de las Hadas. Todavía no podía saberlo, pero no eran sólo indicaciones geográficas, sino pistas de lo que sería este viaje, porque nos encontramos con montañas salvajes, silenciosas y austeras, con una naturaleza todavía incontaminada, pero por eso mismo bella y encantada en la luz que brilla a través de los hayedos centenarios, en los helechos que cubren el suelo, transformándolo en un mar verde siempre en movimiento, en el silencio de los lugares alejados de las carreteras principales, en los pueblos y en la hospitalidad de la gente.
La Ciclovia dei Parchi nos descubre el interior de Calabria, el menos conocido por el turismo de masas y, por eso mismo, todavía virgen, genuino, sencillo... un viaje lento por la historia, la naturaleza, la cultura, la gastronomía y el arte de una región noble y antigua de nuestro sur.
Fotos y texto de Paolo Ciaberta [El fotógrafo Paolo Ciaberta y la periodista Elisa Gallo recorrieron el trazado de la ruta ciclista en agosto de 2021].
